Lemon Jelly es un proyecto muy especial que surge en Portugal y que lleva diez años construyendo un camino lo más sostenible posible para reducir el impacto que deja en nuestro planeta.

La fabricación se realiza de manera local en Portugal luchando así por construir un proyecto industrial sostenible. De esta manera se transforma el consumo convencional en una manera de comprar ética. Lemon Jelly utiliza 100% energía renovable después de implementar paneles solares y contratos con compañías de energías limpias reduciendo así sus emisiones de CO2 EN 150 toneladas.

Más datos de Lemon Jelly: el 80% del papel de su packaging es reciclado y el 72% de sus desperdicios son reciclables. Sus sandalias son veganas y cuando se termina su vida útil se pueden reciclar. Se cierra el círculo.

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